Un medidor de conductividad, también llamado sonda de conductividad, es un dispositivo muy útil que nos permite medir la conductividad de los líquidos, o qué tan bien estos líquidos pueden conducir electricidad. Muchos líquidos pueden conducir electricidad en distintos grados, especialmente el agua, y esto es importante. Un medidor tiene dos componentes principales: una sonda y un medidor con pantalla. La sonda es la parte que se introduce en el líquido que deseamos probar y la pantalla del medidor es donde vemos los resultados en cifras numéricas legibles.
Dentro de la sonda hay dos componentes metálicos llamados electrodos. Estos electrodos se encuentran muy cerca uno del otro. El líquido humedece ambos electrodos cuando insertamos la sonda en ella. Una corriente de carga eléctrica circula entre estos electrodos. El medidor luego registra cuánta electricidad fluye a través de ellos. Esta información nos proporciona conocimiento sobre la capacidad del líquido para conducir electricidad, es decir, la conductividad.
La razón por la que necesitamos entender la conductividad es que nos da una mejor idea de la calidad del líquido. Por ejemplo, si medimos agua, un alto nivel de conductividad podría indicar una gran cantidad de sustancias disueltas en el agua (por ejemplo, sales, minerales). Esto es vital para garantizar que el agua potable, por ejemplo, y otros usos, sean seguros.
Además, comparamos las lecturas de nuestro medidor con las de un medidor que sabemos que funciona bien para determinar dónde estamos, lo que ayuda a calibrar las lecturas con un nivel de precisión. Esto significa que tenemos una medición en la que podemos confiar y que sabemos que es correcta. Cuando nuestras lecturas difieren de este estándar, calibramos nuestro medidor para asegurarnos de que coincida. La información actualizada nos permite saber que nuestro medidor está calibrado con precisión para brindarle la calidad adecuada de agua en el futuro cuando nuestro medidor está calibrado con precisión. Esto nos permite tomar mejores decisiones sobre cómo utilizamos e interactuamos con el agua.
Los medidores de conductividad digital se utilizan en varios campos. Uno de los usos más importantes es el tratamiento del agua. Estos medidores se utilizan en todo este proceso para las inspecciones necesarias para saber si el agua potable, las aguas residuales o el agua de las industrias es apta para su uso. Si el agua es demasiado conductiva, puede significar que tiene demasiados contaminantes, como sales o metales. Estos son peligrosos para los humanos y los animales, por lo que es necesario vigilarlos.
Una de las partes esenciales del medidor de conductividad es el electrodo. La elección del electrodo que hagamos juega un papel importante en la precisión y eficiencia del medidor. Cada tipo de líquido requiere un tipo de electrodo diferente. Algunos electrodos son más efectivos en el caso de ácidos o bases, y otros funcionan mejor con solventes orgánicos u otros tipos de soluciones.
Los pasos a continuación solucionan algunos problemas comunes, ya que los medidores de conductividad digitales suelen ser confiables y precisos. Algunos de los problemas comunes con las sondas de pH incluyen lecturas inexactas, tiempos de respuesta lentos o electrodos dañados. Por lo tanto, si su medidor de conductividad digital enfrenta algún problema, nunca se insistirá lo suficiente en la necesidad de solucionar el problema del dispositivo de inmediato, ya que de allí se puede derivar información errónea.
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